La mente en outsourcing
I. Introducción: Pensar, ese acto en peligro de extinción
En un mundo donde cada vez mas delegamos nuestro esfuerzo mental a algoritmos e inteligencias artificiales, y en donde cada pregunta tiene una respuesta instantánea, qué ocurre con nuestra memoria, nuestro juicio, nuestra capacidad de aprender y cuestionar cuando dejamos que las maquinas piensen por nosotros?
Si imaginamos una sociedad que no necesita recordar, investigar o cuestionar, parece una sociedad salida de una película de ciencia ficción. Pero hoy ya es casi una realidad. Frente a cualquier duda, acudimos a la IA sin titubear y nos da la respuesta que necesitamos. Sea sobre la definición de una palabra, pasando por nuestros correos electrónicos, delegando hasta preguntas éticas o políticas que tienen un gran impacto en nosotros y nuestro entorno.
Nunca antes en la historia habíamos tenido tanto acceso al conocimiento, y nunca habíamos delegado tanto nuestra capacidad de pensar.
Las IA se democratizaron en cuestión de meses. Empezaron a guiarnos, traducirnos, completar nuestras ideas y ayudarnos a decidir entre lo bueno y lo malo.
Delegamos tareas rutinarias, pero también preguntas existenciales: ¿Qué estudiar? ¿Qué comer? ¿Dónde vivir? ¿Con quién salir? ¿Que ruta tomar?, ¿que debemos aprender?, ¿como debemos organizar nuestro tiempo? y hasta determinan que consideramos como cierto y que no.
Estas son herramientas increíbles, y gracias a ellas hemos logrado organizarnos mejor, llegar mas rápido, conocer otras personas y crear un gran impacto en nosotros y en nuestro entorno. Presentan soluciones a problemas milenarios y nos ayudar a optimizar procesos, economizar tiempo y energía, para enfocarla en aquello que amamos, y este es solo el comienzo.
Pero como ya hemos aprendido en el pasado estas soluciones no son gratis y el costo puede ser muy alto. En «El dilema de las redes sociales» logramos ver como las redes sociales a cambio de novedad y conexión, tomaban nuestros datos y nuestra salud, dejamos que empresas se enriquecieran y costa de nosotros a cambio de problemas de atención, depresión, estrés crónico, ansiedad social entre muchos otros. Todo esto ademas bajo el completo conocimiento por parte de sus creadores y del impacto que estaban causando estas herramientas en niños y adultos alrededor del mundo.
Pero esta es tan solo la punta del iceberg ya que con el surgimiento de las Inteligencias Artificiales, ya no solo estamos delegando nuestra atención y nuestros datos. Ahora entregamos nuestra capacidad de razonar, entender y juzgar cualquier tipo de idea o concepto. Y mi objetivo no es para nada crear una vision apocalíptica de la humanidad ni mucho menos. Si no mas bien observar como la IA sin proponérselo, puede estar erosionando algunas de las habilidades que nos hacen profundamente humanos. No para rechazarla, si no para aprender a convivir con ella desde la conciencia y no desde la dependencia.
El problema radica en que si no somos conscientes de como y hasta que punto delegamos nuestras decisiones a otros, no solo perdemos la capacidad de decidir, si no que también, dejamos de usar partes importantes de nuestro intelecto, dejamos de hacer cosas que nos ayudaron a llegar hasta aquí y ser lo que somos hoy en dia.
**II. La erosión silenciosa del pensamiento humano
Al cerebro humano le tomo millones de años, llegar hasta donde se encuentra hoy, Logro desarrollarse como una maquina de pensamiento muy potente caracterizada por una arquitectura cerebral única, destacada no tanto por su su tamaño, si no por su asombrosa capacidad para generar conexiones, coordinación entre redes, abstracciones y pensar en su propio pensamiento.
No somos inteligentes solo por tener una capacidad cerebral increible (que pronto podria ser sobrepasada) si no por saber conectarlo con sentido, creatividad. y proposito, gracias a una arquitectura cerebral densa y compleja:
El cortex prefrontal nos permite practicar la metacognición, lo que quiere decir, pensar sobre nuestro propio pensamiento, sin este proceso reaccionamos pero no pensamos, ademas de esto nos ayuda a la planificación a largo plazo, mantener el autocontrol, enfocar nuestra atención, etc. Esta area es una de las mas afectadas por la exposición continua a estimulos digitales. Por ejemplo, investigaciones publicadas en Scientific Reports (2023) y PNAS Nexus (2025) muestran que la presencia constante de smartphones o el uso excesivo de Internet disminuyen nuestra capacidad de atención y autocontrol, y estas son funciones reguladas por esta región.
Otro ejemplo es El hemisferio izquierdo que Domina nuestras funciones lingüísticas y nos permite comunicar ideas de manera efectiva. El uso abusivo de estas tecnologías se vincula a déficits lingüísticos. Revisiones como la publicada en Brain Sciences(2024) muestran que la exposición excesiva a pantallas en la infancia afecta la adquisición del lenguaje, reduciendo vocabulario, gramática y comprensión simbólica, funciones mediadas por las áreas de Broca y Wernicke que nos ayudan en la producción y comprensión del lenguaje simbólico, algo exclusivo en los humanos, ademas de permitirnos construir narrativas, explicar ideas complejas y transmitir conocimiento cultural.
La red ejecutiva central que se activa durante tareas que requieren control cognitivo, la planificación y el enfoque en nuestras metas. Ademas de contar con una conectividad cerebral extremadamente desarrollada, lo humanos contamos con mas conectividad sináptica, materia blanca y plasticidad que el de cualquier otro animal, esto hace que podamos aprender, inventar herramientas e innovar de formas increíbles.
Estas capacidades hacen del ser humano el único animal capaz de crear y manipular símbolos abstractos de forma compleja y acumulativa, como el lenguaje, las matemáticas, la filosofía, el arte, o el dinero.
Podríamos decir que los que mas nos diferencia no es una sola zona, si la sinfonia que se crea en entre todas ellas, el grado de conectividad y coordinación entre multiples redes cerebrales que nos permiten hacer cosas como pensar sobre el pensamiento, imaginar futuros inexistentes, crear obras de arte, ciencia, filosofía y construir ideas que transcienden nuestra realidad inmediata, o una herramientas como la misma inteligencia emocional que tiene la capacidad de hacer predicciones que pueden compararse y incluso sobrepasar las capacidades humanas a tal punto que empezamos volvernos dependientes de ella para pensar.
El neocortex permite integrar información compleja, combinar conceptos dispares, construir lenguaje e incluso imaginar lo que otros piensan o sienten también conocido como teoría de la mente. Pero estudios actuales advierten que el uso intensivo de buscadores y asistentes de IA puede conducir a una tercerización de la memoria y el procesamiento lingüístico, lo que afecta la consolidación del conocimiento. Un metaanálisis de Frontiers in Public Health (2024) documenta cómo el hábito de “buscar todo en Google” reduce la retención de memoria a largo plazo. Al habituarnos a buscar todo online, disminuimos nuestra capacidad de recordar. Este fenómeno de “descarga cognitiva” se agrava en quienes tienen menor base de conocimientos previa. Cuando la memoria se externaliza sistemáticamente, ya no acumulamos saber, solo aprendemos a localizarlo.
Y es aquí donde radica el problema, ya que si no somos conscientes de como y hasta que punto estamos delegando nuestras capacidades y procesos a elementos externos como algoritmos e inteligencias artificiales, no solo estamos perdiendo el habito de pensar, si no que también estamos literalmente dejando de usar zonas vitales de nuestro cerebro. Y como dice el viejo dicho «órgano que no se utiliza se atrofia».
Hoy ya existen investigaciones que nos muestran como el uso intensivo de inteligencias artificiales, algoritmos y dispositivos electrónicos, nos solo modifica nuestros hábitos si no que altera de manera profunda el funcionamiento de nuestro cerebro.
Estudios como MDPI Societies del (2025) y SpringerOpen del (2024) coinciden en que el uso frecuente de asistentes conversacionales como ChatGPT reduce el pensamiento crítico. Al aceptar respuestas predigeridas, reducimos el esfuerzo cognitivo, perdiendo la habilidad de analizar, cuestionar, sintetizar. Nuestra capacidad para entender conceptos complejos se deriva de un esfuerzo cognitivo que esta ausente en la forma en la que interactuamos muy a menudo con Inteligencias como Chatgpt o Gemini, entre otros.
Y yo entiendo perfectamente ya que yo también como muchos otros muchas veces solo queremos salir rápidamente de la tarea que estamos realizando, pero no se trata solo de velocidad, si no de dejar de hacer ciertas cosas en si. Dejar de realizar tareas como buscar, comparar, narrar, imaginar y crear por cuenta propia, perdiendo precisamente las capacidades que nos hicieron humanos y entes racionales.
Y no se trata de no usar estas increíbles herramientas si no mas bien de recordar que fue gracias al echo de que a través de la historia nos enfrentamos a tareas que requieren de una gran esfuerzo cognitivo, hoy podemos aprender, analizar y entender mejor el mundo a nuestro alrededor y nosotros mismos de manera independiente.
La IA por ejemplo puede aumentar la calidad de la creatividad individual, si se usa de la manera correcta, y esto lo mostró un estudio de Science Advances en (2024). El problema es que si bien ayudo a muchos a ser mas creativos, especialmente las personas con menos experiencia, por otro lado los resultados mostraron menos originalidad y diversidad colectiva, haciendo los trabajos mucho mas homogenizados y parecidos. Entonces a cambio de un poco de creatividad artistas puede perder su voz única, y la innovación sin fricción y pensamiento crítico puede volverse imitación sin conciencia.
Porque si bien la IA y los algoritmos son herramientas que pueden aportarnos un soporte increíble para explotar al máximo nuestro potencial, también se puede ver fácilmente eclipsado debido a nuestra cada vez mas carente memoria, capacidad cognitiva, análisis y pensamiento critico que pueden dar como resultado un zombie enfocado en placeres instantáneos que se convierten en el instrumento de grandes corporaciones para generar mas dinero y poder. Estamos creando mentes de silicio para pensar por nosotros, mientras las nuestras se duermen como músculos sin ejercicio.
III. Biología contra tecnología: la mente que no quiere pensar
Una de las causas subyacentes de este fenómeno es nuestro instinto o como Daniel Kanehman lo llama en su libro «Pesar rápido pensar despacio» nuestro sistema 1 o sistema rápido. Es nuestra naturaleza usar nuestro instinto en vez de nuestra razón, ya que es rápido y conveniente en la mayoría de los casos naturales o para nuestros ancestros. Un ejemplo es nuestra atención, que evoluciono para ser dispersa y reactiva ante los estímulos que la rodeaban en los antepasados. En contextos como la caza y la recolección por ejemplo se necesitaba un estado de alerta constante lo que aumentaba nuestras posibilidades de supervivencia, este tipo de atención de amenaza o la multitarea como lo llamamos hoy en dia fue muy necesaria y por ende tenemos una tendencia natural a desarrollarla. De igual forma que sucede con el azúcar ya que era un elemento escaso en la naturaleza. Es esto que como Daniel Goleman lo plantea en su libro «focus» la atención sostenida por el contrario es una habilidad que debe entrenarse deliberadamente, ya que no es un estado natural para los seres humanos y que hoy es un elemento clave para el desarrollo de nuestro intelecto.
«El verdadero problema de la humanidad es que los estúpidos están seguros de todo y los inteligentes están llenos de dudas” – Bertrand Russell
De igual forma nuestro intelecto y todas las habilidades cerebrales de las que hablamos anteriormente, necesitan de nuestra intención y esfuerzo para mantenerse firmes y desarrollarse, ya que al no hacerlo nos arriesgamos a volver a convertirnos en nuestros antepasados, seres motivados por sus necesidades básicas, sin la capacidad de auto observación, dominio del lenguaje, ideas y con la capacidad de crear grandes conceptos como lo hemos hecho a través de la historia.
IV. Invitación final
No podemos volvernos facilistas en un mundo donde nuestras búsquedas se han convertido en acciones vacías y previstas de sentido, guiadas tan solo por pequeños picos de placer, fama y conexiones superficiales.
Ya en 1980 Estanislao Zuleta, nos hablaba acerca del pensamiento facilista y erróneo al que todos los seres humanos estamos atados, y de la importancia de cultivar la razón y la dificultad como bases para el desarrollo del pensamiento.
Vivimos en un nuevo entorno cognitivo, una época increíble llena de posibilidades que apenas comienzan para nosotros acompañados de Inteligencias Artificiales que muy probablemente han llegado para quedarse, usar Inteligencias Artificiales no debe ser sinónimo de tercerizar nuestra conciencia y la idea es que estas herramientas sean un apoyo para continuar desarrollando nuestras habilidades para asi seguir rompiendo juntos, las barreras de lo inimaginable, en vez de ser tan solo el alimento de una fuerza tan grande y tan potente que sobrepasa nuestras posibilidades de entender y cohabitar con ella.
Y al final no me queda mas que una invitación a pensar por nuestra cuenta, a seguir buscando de manera objetiva y concienzuda respuestas a nuestras grandes preguntas, a poner nuestras increíbles mentes al limite de sus capacidades, para trabajar y crear mundos nuevos e impensables, esforzándonos por seguir buscando caminos para la verdad, cuestionando todo lo posible, incluyendo aquello que tomamos por sentado y obvio. A no perder nuestro pensamiento critico y no dejar que Chatgpt, gemini, claude o los que vienen se conviertan en la palabra de dios.
La decisión es nuestra. Podemos seguir saliendo al mundo real a explorar la luz incómoda del pensamiento propio o podemos volver a la caverna nuevamente. Esta vez no encadenados si no mas bien, hipnotizados por las sombras agradables de respuestas inmediatas y proyecciones brillantes que piensan por nosotros. Porque ¿qué sentido tiene esforzarse, si se puede obtener una respuesta rápida?, ¿Que se puede esperar entonces de la humanidad en un mundo que se hace cada vez mas complejo, pero con mentes menos capaces?
Esta es la nueva caverna. Pantallas que nos prometen conocimiento sin esfuerzo, certezas sin duda, decisiones sin reflexión. Esclavos de algoritmos y predicciones, sin libertad ni pensamiento propio.
Porque que es la incomodidad, la duda y la incertidumbre en la que seguimos siendo humanos. Renunciar al esfuerzo es renunciar a la libertad.
